Gestar la Palabra
Perra en la escuela
Atributos
gregaria, territorial, ruidosa, farandulera
Tartamudear la Palabra
La perra, como todos los canes es gregaria, territorial y jerárquica. Frente a unas estructuras y relaciones de poder patriarcal, ella invita y busca el favor del macho. Es de una coquetería poco sutil y más ruidosa. No es selectiva, se granjea la fama de que accede a todos o, mejor, que todos pueden acceder a ella cuando está en función de cortejo y acercamientos y apareamientos. Siempre querrá hacer parte de una manada.
Emocionar la Palabra
La chica concebida o señalada como una “Perra”, es parte de un combo, de una, de una tribu. Aunque hay perras de perras, siempre se tendrá sobre ella la idea de una conducta sexualmente promiscua y, para muchos inapropiada, menos para quienes quieren sus favores. Es la chica del baile, dispuesta a la farra; la que, incluso sale de noche, aún sin el permiso de sus progenitores. Es la chica del perreo raeguetoneros, la que perrea, la que mueve sus caderas y sus nalgas. A ella le obsesiona su cuerpo, la exuberancia del mismo, del que deben sobresalir unas tetas de buen tamaño y un culo portentoso. Sin embargo, en el fondo es una chica de nuestro tiempo que no deja de ser tradicional que busca respaldo de un macho y ascender socialmente o sacar provecho económico. Se le nota que le gustan los cachorros, los hijos, la descendencia.
Obrar la Palabra
La idea de que, en la escuela, en el espacio escolar, habiten personas o personajes a las que se les puede señalar como “perras”, puede sonar algo abrupta o fuerte con la connotación socialmente imaginaria de esta palabra, destinada a las mujeres de la prostitución. Llamar o designar como “perra” a una niña, adolescente o joven estudiante, es dar a entender que la escuela también está habitada por putas. Puede sonar fuerte para los espacios pedagógicos. Puede sonar incluso como una grave ofensa para tantos y tan elevados proyectos pedagógicos, ofensivo para tantas comunidades educativas. Pero, si se trata de un ecosistema habitado por presencias bestiales y animalescas, las perras también habitan las aulas, los corredores, los patios de las escuelas.