Gestar la Palabra

Fabulación Pedagógica

Atributos

Imaginativa Material Hacedora de mundos y modos existenciales

Tartamudear la Palabra

La fabulación se compromete con la invención de otro mundo, y la pedagogía, con la invención de sí (Bárcena, 2016). Al respecto, Deleuze (1987) plantea que un acto de fabulación sería un punto de inflexión capaz de producir vértigo en vez de continuar la línea del horizonte. Por lo tanto, la fabulación es especulativa a la vez que material, puesto que sucede en la práctica moviéndose en los umbrales de la experiencia. Así, la fabulación tiende más a vincularse con la creación de espacios y estados liminales que con teorías y métodos. La opción de la fabulación en la educación estaría en liberarla de la verdad que la plantea como un medio para alcanzar la felicidad o perfección predefinida, adquirir competencias, transmitir conocimientos o escolarizar sujetos. La fabulación pedagógica permite desviar las representaciones dadas y prácticas fijadoras para abrir un sentido creador que consiste en aprender a producirse de otro modo. De esta manera, podríamos vincular la educación con la creación de modos estéticos de existencia al seguir a Foucault (2009), en su estudio de la época helenística, cuando advierte el sentido del “cuidado de sí” (epiemeleia heautou) como el elaborado mediante saberes, prácticas y reflexiones, capaz de sacudir lo conocido, exponer al extrañamiento y conducir a un propio compromiso con el ejercicio de transformación. La fabulación pedagógica se convierte así en fuerza activa, intensiva y creadora que hace mundo a la vez que nos hace otros con él.

Emocionar la Palabra

Yo es otro (Arthur Rimbaud) De Arthur Rimbaud a Georges Izambard Charleville, 13 de mayo 1871 Estimado señor: Ya está usted otra vez de profesor. Nos debemos a la sociedad, me tiene usted dicho: forma usted parte del cuerpo docente: anda por el buen carril. — También yo me aplico este principio: hago, con todo cinismo, que me mantengan; estoy desenterrando antiguos imbéciles del colegio: les suelto todo lo bobo, sucio, malo, de palabra o de obra, que soy capaz de inventarme: me pagan en cervezas y en vinos. Stat mater dolorosa, dum pendet filius, — Me debo a la Sociedad, eso es cierto; — y soy yo quien tiene razón. Usted también la tiene, hoy por hoy. En el fondo, usted no ve más que poesía subjetiva en este principio suyo: su obstinación en reincorporarse al establo universitario —¡perdón!— así lo demuestra. Pero no por ella dejará de terminar como uno de esos satisfechos que no han hecho nada, porque nada quisieron hacer. Eso sin tener en cuenta que su poesía subjetiva siempre será horriblemente sosa. Un día, así lo espero, — y otros muchos esperan lo mismo —, veré en ese principio suyo la poesía objetiva: ¡la veré más sinceramente de lo que usted sería capaz! Seré un trabajador: tal es la idea que me frena, cuando las cóleras locas me empujan hacia la batalla de París —¡donde, no obstante, tantos trabajadores siguen muriendo mientras yo le escribo a usted! Trabajar ahora, eso nunca jamás; estoy en huelga. Por el momento, lo que hago es encanallarme todo lo posible. ¿Por qué? Quiero ser poeta y me estoy esforzando en hacerme Vidente: ni va usted a comprender nada, ni apenas si yo sabré expresárselo. Ello consiste en alcanzar lo desconocido por el desarreglo de todos los sentidos. Los padecimientos son enormes, pero hay que ser fuerte, que haber nacido poeta, y yo me he dado cuenta de que soy poeta. No es en modo alguno culpa mía. Nos equivocamos al decir: yo pienso: deberíamos decir me piensan. — Perdón por el juego de palabras. Yo es otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín, ¡y mofa contra los inconscientes, que pontifican sobre lo que ignoran por completo! Usted para mí no es Docente. Le regalo esto: ¿puede calificarse de sátira, como usted diría? ¿Puede calificarse de poesía? Es fantasía, siempre. — Pero, se lo suplico, no subraye ni con lápiz, ni demasiado con el pensamiento.

Obrar la Palabra

El taller Bestiario Corpopedagógico se propone co-crear un aula afectante y habitarla a partir de la conversión en criaturas pedagógicas, la interacción con los otros participantes y las mediciones propiciadas por la plataforma.